10 de septiembre de 2012
DESARTICULANDO Y NOQUEANDO A DAWSON
Nueva York, Estados Unidos | elnuevodiario.com.ni
Ward nos gritó ¡este soy yo!
Por Edgard Tijerino | Deportes
Andre Ward conecta a Chaw Dawson. AFP / END
¡Qué impresionante fue ver en acción a este André Ward,
titular supermediano de la AMB, destrozando con una mezcla de agilidad,
precisión y contundencia, a Chad Dawson el pasado sábado en transmisión de HBO
¿cómo sujetar la excitación que nos provoca el posible salto al estrellato de
un púgil que nos permite imaginarlo alcanzando el nivel en el que se movieron
impactando, Tommie Hearns, Marvin Hagler, y Bernard Hopkins?
No estoy exagerando. Teníamos largo rato de no ver en
proyección, a un peleador garante del espectáculo como Ward, quien round tras
round, mientras martirizaba al inutilizado Dawson, nos gritaba “¡Hey, mírenme,
este soy yo!”. Su izquierda, veloz e imprevisible, sus combinaciones de golpes,
la forma de mantener una presión agobiante sobre el rival sin dar tregua, esa
habilidad para el paso atrás y contragolpear, y la certeza de sus descargas,
emocionaron a la multitud.
En un momento en el que las legiones de seguidores del boxeo
lamentan lo perezoso que son para mostrarse en actividad, Manny Pacquiao
–próximo al retiro- y Floyd Mayweather –siempre desconcertante con su
comportamiento-, Ward nos muestra un crecimiento en el casillero de las 168
libras, más que alentador para agitar las categorías altas, porque podríamos
verlo fajarse con éxito en las 175 libras, un territorio de Dawson.
La mayor estatura, superior peso y alcance, de un rival que
también disponía de la suficiente rapidez, dificultaban los pronósticos, pero
Ward se estableció rápido, como si hubiera estudiado horas extras el
paralelogramo de las posibilidades, y comenzó a hacerse sentir. Derribó a
Dawson en el tercero y en el cuarto asalto, quitándole toda la intriga al
futuro del combate, y recurriendo a su velocidad para entrar disparando, mantuvo
aturdido al enemigo, hasta volverlo a tumbar en el décimo, con el público en
pie, volcando sobre él una mayúscula admiración.
¿Quieres seguir?, preguntó tontamente el árbitro a Dawson,
quien obviamente lo que quería era salir de ese infierno, bañarse, cubrirse de
linimentos para mitigar el dolor y la inflamación de los golpes, y dormirse
balanceándose en una hamaca. “No hombre, de ninguna manera”, respondió Dawson
en su momento de mayor lucidez mental, y la pelea terminó en 10 asaltos.
Mientras Sergio Martínez calienta para enfrentarse a Chávez
Junior, André Ward nos bañó de esperanzas respecto a su futuro.
dplay@ibw.com.ni
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